Como un fantástico ilusionista
el cielo
al atardecer
nos sorprende,
se incendia de pasión
y hace sonrojar
a su cortejo
de nubes enamoradas.
Y tu
que me sabes también
enamorado
colocas
tus dedos en mi hombro
y susurras
señalando al ocaso:
"...un regalo
para ti y para mi"
...y qué te puedo decir,
si tú
sabes leer
como nadie
mis silencios henchidos de amor...
...no digo nada
llenamos nuestros ojos de rosa
dejando apoderarse
poco a poco
de nosotros
al azul
profundo
de la noche.
8 comentarios:
Sencillamente... bellísimo... así, delicado, sutil, casi imperseptible... pero pleno y directo en el alma...
Kisses... forever
Hola ¿ese ocaso fotografiado es tuyo? me ha impresionado tanto o más que el escrito.
Un desaparecer y un renacer, soy curioso y esta curiosidad me ha llevado a descubrir este nuevo y luminoso espacio.
Precioso precioso precioso ... y el momentazo también ;)
Me gusto mucho, la imagen y la poesia se relacionan de manera sutil y encantadora!!
Cyllan: El ocaso no es mio, pero no encontré referencia del autor. Pero es cierto, es tan importante o más que el texto en si...un abrazo.
Hay ocasiones en que hasta las fuerzas de la naturaleza parecen ponerse de acuerdo para iluminar un instante, un momento único y eso fue lo que ocurrió aquella tarde, recibimos un regalo de colores que ponía marco a nuestros corazones rebosantes de amor.
Perdón señor virtuoso, es que me gusta mucho ver fotos propias en los rincones que visito, me raya un poco que sean de autor desconocido jajaja :P
Sinuhe el próximo ocaso regálanos una foto que acompañe a tan bellas palabras, dale! ;)
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